Agrosistemas hortícolas y secanos en mosaico en la comarca de Las Vegas (Madrid)

DOI: 10.5281/zenodo.7633909

Modelo de SAMUTER periurbanos en contextos metropolitanos y grandes aglomeraciones

Autores: Rafael Mata Olmo y Carolina Yacamán Ochoa

Síntesis descriptiva del SAMUTER

Este sistema agroalimentario de región urbana, anclado en el territorio de las vegas y páramos madrileños, constituye un mosaico de explotaciones agrarias predominantemente familiares de regadío, olivar, viñedo, labores cerealistas y prados de ribera, adaptado con coherencia a la alta diversidad de potencial agroecológico de la conocida como Comarca de las Vegas. Su fortaleza reside en los elevados valores agroecológicos, culturales y paisajísticos del conjunto, relativamente bien conservados a las puertas del área metropolitana madrileña. Aunque van surgiendo o afianzándose prácticas de calidad y proximidad en el ciclo agroalimentario de las distintas opciones productivas, este SAMUTER tiene por delante muchas posibilidades de mejora de su territorialidad y gobernanza, y en la difusión de los circuitos cortos, en particular de la producción hortícola de las vegas regadas.

1.    Sostenibilidad ambiental

Este SAMUTER presenta una elevada diversidad agroecológica y paisajística, en aceptable o buen estado de conservación en general. Tal diversidad es resultado de la adaptación del agrosistema en mosaico a los acusados contrastes de su base topográfica, litológica y edáfica. Las plataformas calcáreas de los interfluvios, con suelos rojos mediterráneos relativamente pedregosos, aparecen tapizadas por un puzzle de pequeñas parcelas de añosos olivares y viñedos de secano, de baja densidad relativa y variedades tradicionales, salpicadas de fincas de labor cerealistas con largos barbechos, preferentemente sobre áreas suavemente cóncavas más frescas y arcillosas.  Menudean en los terrazgos pies sueltos de encina (Quercus ilex L. subsp. ballota) y pequeños rodales de matorral, con carrascas y coscojas (Quercus coccifera), junto a la gran masa de pino (Pinus halepensis) y encinar del Monte de la Encomienda. No faltan, donde la pendiente se incrementa hacia las cuestas que enlazan con las vegas de los ríos Tajuña, Jarama y Tajo, los ribazos entre las parcelas labradas y modestos aterrazamientos. En las cuestas, modeladas sobre margas yesíferas, la tierra cultivada se reduce a pequeños conjuntos de fincas de olivar, y gana peso en el mosaico un matorral gipsícola de alto interés florístico, con extensos atochares (Stipa tenecissima) en las partes bajas.

El contrapunto de los labradíos de secano sobre páramos y cuestas lo marca el regadío herbáceo sobre las llanuras aluviales de las vegas de los ríos; aunque profundamente alteradas en algunos puntos por extensas graveras (especialmente junto al Jarama), se conservan ciertos tramos de vegetación de ribera en buen estado junto a los cursos principales con  Populus alba, Fraxinus angustifolia, Salix alba, S. fragilis, S. triandra y Tamarix gallica; una vegetación natural higrófila interesante se asocia también a los canales y acequias tradicionales a cielo abierto, especialmente en la  vega del Tajuña, tejiendo con los sotos y algunas lagunas de origen antrópico (cicatrices de graveras restauradas) y natural (laguna de San Juan) una infraestructura verde de gran interés ecológico dentro de la matrizagraria. En ese medio de alto potencial productivo, el agrosistema regado ha perdido la diversidad cultural del pasado, con una reducción significativa de superficie hortícola y la expansión del cultivo del maíz, los cereales de invierno e incluso de tierras de barbechos, lo que constituye una debilidad manifiesta como SAMUTER. En todo caso, perviven áreas donde se mantienen los cultivos de huerta, con variedades de calidad acreditada de algunos productos como la alcachofa o los espárragos, y de pastizales de ribera aprovechados por ganadería vacuna de orientación cárnica en extensivo (dehesas agroganaderas de la ribera del Jarama, finca Campogrande). Todo ello, unido a la presencia de una densa red histórica de riego, otorga al agrosistema y su paisaje un alto interés natural y cultural.

Prueba de estos valores y del compromiso con la sostenibilidad agroambiental de este diverso paisaje en mosaico es la amplia cobertura, tanto sobre los terrenos agrícolas como sobre los de dominante natural, de la Red Natura 2000, con la presencia de la ZEPA Cortes y acantilados de los ríos Jarama y Manzanares y el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Vegas, Cuestas y Páramos del Sureste de Madrid. Existe también una IBA (Áreas de Importancia para las Aves), Cortes y Gravas del Jarama; además, buena parte de la vega del Jarama y sus bordes forman parte del Parque Regional del Sureste, con altos valores ecológicos, paleontológicos y arqueológicos, aunque con serios problemas de gestión y regulación de usos.

2.    Territorialidad y políticas agroambientales

El ámbito de este SAMUTER carece de un instrumento o figura institucional que acredite y regule su identidad como sistema agroalimentario territorializado. No obstante, en el imaginario colectivo de parte de la población madrileña, se atribuye a la comarca de las Vegas y sus páramos alcarreños una función agraria productora de cultivos de huerta, vinos y aceites de calidad, y una ruralidad de signo tradicional reflejada en sus paisajes. Se trata de una imagen y, en parte, de una realidad que está potenciando la asociación ARACOVE (Asociación de Desarrollo Rural Comarca de las Vegas y Alcarria de Alcalá) desde su fundación en 1995, y a la que se acogen de manera institucional o informal distintas iniciativas de productores individuales o asociados en torno a determinados proyectos agroalimentarios multifuncionales y anclados en el territorio, sin que hasta el momento pueda hablarse de una red densa y sólida.

Son además iniciativas diversas, que responden al mosaico agroecológico y paisajístico del ámbito. Sobre los labradíos de secano de los páramos es relativamente importante la presencia de ovejas manchegas y alcarreñas y de explotaciones agropecuarias para la producción de leche y queso artesanal. Olivares y viñedos, estos últimos en buena parte integrados en la Denominación de Origen “Vinos de Madrid”, subzona de Arganda del Rey, la más extensa y con más productores de la región, cuentan con distintos proyectos de producción de vino ecológico ligados al sobresaliente patrimonio urbano y arquitectónico de determinados núcleos y bodegas como las de Chinchón, Colmenar de Oreja o la del Real Cortijo de Carlos III en Aranjuez. La producción de aceituna y aceite en explotaciones de tipo familiar o minifundista, y de características tradicionales en cuanto a densidad de las plantaciones, variedades (cornicabra y redondilla –manzanilla-, las más extendidas-) y aprovechamiento de secano, trabaja por conseguir la DO Aceites de Madrid y cuenta con algunas experiencias de producción ecológica como la de la almazara histórica La Abuela en Titulcia. Hay casos todavía singulares de gestión agroecológica e impulso de variedades autóctonas de cultivos hortícolas de espárragos y alcachofas, con sello de calidad “Vega de Ciempozuelos” en ese municipio, y ligero aumento de certificaciones de agricultura orgánica, como la producción hortícola de La Huerta Madre Vieja, Conciencia Grows o El Huertecito, y también de carne de vacuno de la Ganadería Campogrande, en una gran finca en la ribera del Jarama, así como de queso manchego ecológico Marqués de Mendiola, de la empresa quesera familiar GANATEC, ubicada en Ciempozuelos, en el Parque Regional del Sureste.

3.    Relaciones entre producción, transformación, comercialización y consumo

Aunque una parte importante, difícil de precisar, de los cultivos tradicionales de este agrosistema, tanto de secano como de regadío hortícola, siguen los procesos de transformación (almazaras cooperativas en el caso del aceite y pequeñas bodegas en el vino) y los canales de distribución habituales, con venta mayoritaria de los productos de huerta en Mercamadrid,  van proliferando experiencias de venta directa de producciones locales en fincas y a través de cadenas cortas de suministro de productos frescos a grupos de consumo y colectivos de consumidores que residen en la ciudad de Madrid y el área metropolitana. Se va extendiendo también la venta online y el abastecimiento a restaurantes y comercios de la zona y está asimismo en expansión el turismo gastronómico, en particular el relacionado con la cata de vinos y aceites en diversas bodegas y almazaras, las degustaciones de carne y quesos en ciertas explotaciones ganaderas del Jarama, y de productos locales en fiestas populares y de gastronomía tradicional.

4.    Buen gobierno (gobernanza)

Existen algunas redes agroecológicas alimentarias, como la Asociación de huertas ecológicas de Madrid, integrada por pequeñas explotaciones que se encuentran vinculadas a cadenas cortas de suministro de alimentos, así como un banco municipal de tierras en San Martín de la Vega. Por su parte, la Asociación ARACOVE para el Desarrollo Rural, que gestiona fondos LEADER, y la finca La Chimenea, centro de investigación de buenas prácticas agrícolas del Instituto Madrileño de Desarrollo Rural en Aranjuez, promueven, en su ámbito competencial, herramientas a favor del asociacionismo agrario y el buen gobierno. Están radicadas también en la zona distintas asociaciones de regantes, entre ellas la Asociación de Regantes del Real Canal de Riego del río Jarama, que reúne a todos los propietarios de tierra de cultivo y ganadería en regadío. No obstante, llama la atención el desinterés mostrado por las agrupaciones de regantes en la toma de decisiones sobre el sistema agroalimentario regional, lo que dificulta el fortalecimiento de la proximidad entre las economías agroalimentarias y los consumidores locales. En ese contexto, la actividad revitalizadora de la administración pública regional es claramente insuficiente; faltan de hecho proyectos innovadores para fomentar procesos de abajo a arriba para fortalecer el sistema agroalimentario territorializado, utilizando el apoyo de las cadenas cortas de suministro de alimentos. Tampoco hay beneficios fiscales ni un apoyo específico para el sector agropecuario que opera en el Parque Regional del Sureste.